martes, 31 de julio de 2007

Agua

Caminaba yo por calles no vacías y no obstó mi habitual desdén para que alcanzara a notar en la también habitual intersección de cuatro baldosas un chorrito de agua que pugnaba por salir a la superficie de a pequeñitas gotas. Mayor aún fue mi sorpresa cuando al cabo de unos días ese chorrito ya estaba pasando la mayoría de edad y nadie se había preocupado por lo que sin duda era ahora una pérdida importante. Nadie había atendido a la probable rotura de un caño o la malversada disposición de la vereda. Tampoco mi desdén, aquél sí, el habitual en mí, había sido vencido ni aún vencido por semejante fenómeno y, en consecuencia nada había hecho yo tampoco. Los días pasaron, las calles siguieron no vacías y yo volví a pasar por aquella vereda, diría yo casualmente, diría cualquiera que me escuchara, oportunamente. El chorrito era poco menos que una catarata y no se había contentado con traer desperdicios desde su interior sino que poco a poco humanos, humanoides, para hablar con precisión, habían comenzado a asomar, escupidos por aquella intersección de baldosas, casi sin responsabilidad, sin aviso, en una superficie por demás fría y desdeñosa, como yo que los observaba. No dejo de visitar esa vereda. Ni siquiera luego de que la nueva civilización estuviera ya definitivamente enclavada. Aquellos seres que ahora gobernaban nuestras antiguas calles abúlicas, aquellos que han traído aquí todo lo suyo, sus palacios y su armemento, su culturay su educación han podido morigerar mi habitual desdén.

viernes, 27 de julio de 2007

Fraudes

Los fraudes, en general, están basados en la falsa identidad del objeto con sí mismo.

miércoles, 25 de julio de 2007

El día que Heidegger no fue nazi

Ana: Che, soñé que Heidegger se moría en un campo de concentración, ¿qué habrá oculto detrás de eso?

Pablo: Que Heidegger NO murió en un campo de concentración. Pero quizá, ahora que lo mencionás, se me ocurre que su adhesión pasiva al régimen nazi oculte algún tipo de acción humanitaria, ¿no? Como si al no hablar en contra, hubiera salvado vidas o algo así. Como sea, es un buen argumento para una obra de teatro como la de Nietzsche.

sábado, 21 de julio de 2007

Orientación vocacional

Hace semanas que esto revolotea en mi interior, pero no logro dar el paso siguiente. A ver si me ayudan...

Un muchacho, quizá treitañero, vuelve una noche fría caminando a su casa luego de una larga jornada laboral. Sus pasos retumban en la noche solitaria, frente a los edificios muertos. Camina sin prisa, con un dejo de pesadez, maletín en mano. De la boca le sale el aire caliente devenido en vapor que choca contra la oscuridad inmensa de la noche urbana.

De repente pasa frente a una extraña ventana llena de vida; colores, música, murmullo de gente, vuelve la mirada sin dejar de caminar y concluye en que es un bar que nunca había visto, a pesar de que esa es su ruta diaria al trabajo. A metros de la puerta descubre que la melodía que corta tajante el silencio de la noche es un viejo jazz y que está siendo interpretada en vivo. Asoma la cabeza y ve un pequeño pasillo, con una cartelera que anuncia varias fiestas, talleres de canto y baile y un pequeño cartel le llama la atención: “JORGE – clarinetista. Busco trabajo de corredor de bolsa. 4778-6235.” Nuestro muchacho sonríe sin ganas ante tal ocurrencia y corre la mirada. Pero no está ahí el final, a pocos centímetros del cartel de Jorge, lee: “ÚRSULA – poetiza. Busco amante preferentemente en el área de las matemáticas. 4778-6235”


domingo, 1 de julio de 2007

Marketing

"La última cena" no es buen nombre para un restaurant.