Un muchacho, quizá treitañero, vuelve una noche fría caminando a su casa luego de una larga jornada laboral. Sus pasos retumban en la noche solitaria, frente a los edificios muertos. Camina sin prisa, con un dejo de pesadez, maletín en mano. De la boca le sale el aire caliente devenido en vapor que choca contra la oscuridad inmensa de la noche urbana.
De repente pasa frente a una extraña ventana llena de vida; colores, música, murmullo de gente, vuelve la mirada sin dejar de caminar y concluye en que es un bar que nunca había visto, a pesar de que esa es su ruta diaria al trabajo. A metros de la puerta descubre que la melodía que corta tajante el silencio de la noche es un viejo jazz y que está siendo interpretada en vivo. Asoma la cabeza y ve un pequeño pasillo, con una cartelera que anuncia varias fiestas, talleres de canto y baile y un pequeño cartel le llama la atención: “JORGE – clarinetista. Busco trabajo de corredor de bolsa. 4778-
1 comentario:
Hay mucha gente perdida y loca en este mundo, suerte que no soy uno de ellos se dijo y salio del pasillo sonriendo irónico y con aires de superioridad…
Uno de esos días de perro que solía tener, con mas frecuencia últimamente, paso por aquel bar, solo para despejarse pensó, se sentó en una mesa en el rincón mas oscuro del pequeño salón…justo cuando estaba subiendo al escenario un hombre de unos 50 años, canoso de mirada calida, vestido con ropas simples pero que denotaban clase…Bienvenidos a mi humilde show mi nombre es Carlos, soy cirujano por conveniencia, saxofonista por vocación y frustrado por imposición, toda mi vida soñé con crear y vivir de mi música, mis padres por supuesto se encargaron de “hacerme entender” la diferencia entre algo serio y un pasatiempo (como llamaban ellos a mi amor por la música)…el tiempo paso…y no se bien como, pero un día desperté siendo este fracasado “exitoso” que actualmente soy...y hoy, aunque tarde, vengo en busca de mi sueño…Gracias a Ursula mi secretaria que finalmente encontró el matemático que tanto buscaba, por traerme a este lugar, a Héctor que finalmente dejo su agobiante trabajo de abogado y se convirtió en el mejor fotógrafo de perros, a Jorge que esta ahí al fondo…destruido por stress…”sarna con gusto no pica jorge”…así es la bolsa mi amigo!...y bueno para todos aquellos que tengan una vocación…un sueño…por mas absurdo que sea…tomen las palabras de este frustrado “exitoso”...el éxito no es cuanto dinero tenga uno, si es reconocido y/o poderoso, el éxito es parar en algún momento del día y darse cuenta que si uno se muere en ese preciso instante, fue feliz o al menos hizo todo lo posible por serlo…espero que les guste. Gracias
El muchacho disfruto todo el show, y al retirarse dejo su papelito en la cartelera de aquel pasillo...”Matías. Gerente de Marketing, busco acompañante de viaje con conocimientos en medicina. Destino: Medio Oriente. 4587-2548”
Como veraz no soy escritora...es solo un aporte, una idea...espero que te sirva. Saludos
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