martes, 8 de mayo de 2007

Ver

Para inaugurar con algo bien mediocre, excepcionalmente mediocre, sobresalientemente mediocre, transcribo -copy/paste- un mail que me auto-envié desde ese exilio del alma que es el trabajo de uno. Con esto inauguro también algo que hace a la forma en que cabe expresar las ideas en este no espacio. Estaría bueno, además de Buenos Aires, estaría bueno que cada quien adjuntara a la idea en cuestión una breve descripción del proceso de germinación de la misma o lo que sea, es decir, un breve contexto, que en este caso particular sería esto.

Bien, va la idea baladí (o baladía va lai dé).

"La de un tipo que tiene un problema en la vista, entonces el oculista le permite ver sólo unos minutos por día, digamos cinco minutos. Entonces, el tipo es casi ciego, pero tiene la posibilidad de ver algo hermoso cada día, entonces se pasa el resto del día preparándose para ese momento en que podrá ver algo hermoso. Y prepara todo para el instante mágico, y de a poco va perfeccionando la obra, qué se yo" (sic).

Tal es la cosa. Los desafío a superarme en insignificancia.

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