viernes, 16 de abril de 2010

Sigue la Propuesta

La Obra será original o no será. El aprendizaje del cover o las exégesis más o menos lúcidas nos dejan la idea de que queda mucho por experimentar. Adhiero entonces componer experimentando, volviendo y revolviendo, eso sí, en la resonancia, en el eco de sentidos distantes que nos han dejado otros relatos, otras revoluciones.
La idea en camisón que quisiera escribir consiste en una obra teatral seriada (con capítulos unitarios, autónomos) que se vaya desarrollando a lo largo de una temporada, con un correlato web de video, buscando llevar gente al teatro y, a la vez, empujando a la gente que va a la sala, a seguir por web una alternativa en video. Que el arte no sea una esfera independiente de la vida. Al menos de la vida cotidiana, en principio, burguesa. Un Situacionismo del siglo XXI. Pensé, a raíz de algo que hablamos, en un personaje que sea documentalista cuya ambición es devolver relatos y contenido (Policiales negros, historias románticas, comedias) a esta época del arte separado de la vida cotidiana.
Biografiar la obra mientras se hace es sacudir un poco la pretensión de la cultura historizada y la nihilización de los valores, ese mutismo posmoderno que mencionás, mediante la confrontación de los textos, los relatos con sus propios conceptos, con las verdades y engaños por ellos mentados, por sus duplicidades y por las distancias que nos enajenan de ellos. Y que no es más que una confrontación que busca salvar la distancia urdida entre idea y acto, que busca ligarlas, busca encontrarlas. Ahuyentar metafísicas. Por eso estaremos bien si vamos por el camino de experimentar fijando ideas pero también sobre el propio modo de fijar esas ideas, de medir con qué y de qué manera podemos penetrar en las profundidades de las cosas. Partiendo de la idea de que lo esencial no ha sido dicho. Es una escritura optimista si es consciente desde sí misma, desde sus palabras, sus “guiones” y de las condiciones que generan esas palabras, esos guiones. Y si realmente nos aplasta el clima posmoderno y no podemos decir, por lo menos digamos que no podemos decir.
Hacer el documental de La Peste tenía la intención inicial de retratar las condiciones de producción, después la producción en sí misma nos quitó esa posibilidad o la diluyó. Y más que nada, el no tener un Norte sobre qué hacer con ese documental terminó por hacerlo descansar en la web. Esto me lleva a pensar que esas hojas sueltas, esos planos, o aún fotografías nazcan con una misión clara de configurar otra/otras obras. Para presentar.

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