domingo, 17 de febrero de 2008

DIEZ

(una serie de cuentos cortísimos que lleven números por título; el número guarda algún tipo de relación con el relato)

Puestos a escribir una historia cualquiera, no hay motivo para no escribir la historia del reencuentro entre Camilo y Andrea, veinte años después de la primera vez que se vieron. Andrea vivía en Buenos Aires desde siempre. Camilo viajaba de lunes a viernes desde la casa de sus padres, en Ituzaingó, hacia la oficina donde trabajaba, en el centro de la ciudad. Camilo salió de la boca de la estación Lima del subte A, cruzó Avenida de Mayo y entró en un kiosco a comprar cigarrillos. Primero pensó que era ella y luego se dijo que no. Cuando por fin la vio pasar a su lado hablando por teléfono, estuvo seguro de que a ninguna otra podía pertenecer esa risita nerviosa. Pagó los cigarrillos, salió a la calle y comenzó a seguirla a una distancia prudencial. A lo largo de tres cuadras, pudo apreciar las sutilezas de su cuerpo. La seguía del mismo modo en que lo había hecho diez años atrás, adivinando en cada paso detalles de la vida de Andrea. Su cuerpo le parecía aún más hermoso que en aquel entonces. Sus movimientos eran seguros, decididos. No había nada en Andrea de aquella fragilidad que, diez años antes, tanto le había gustado a Camilo.

Como representando un papel escrito una década atrás, Camilo apuró el paso. Andrea continuaba hablando por teléfono. Estaban a menos de un metro cuando ella dobló en la calle Piedras. Él se adelantó, le acarició el pelo fugazmente, como la primera vez, y Andrea se dio vuelta con violencia. Dejó caer el teléfono celular, que se desarmó en tres partes sobre la vereda recién baldeada. En la expresión de su rostro se debatían la determinación del presente y la inocencia del pasado, que pronto dejaron lugar a un horror que había permanecido dormido durante mucho tiempo. Diez años antes, la ciudad estaba desierta. Hoy, en cambio, estaba colmada de transeúntes. Sin embargo, Andrea volvió a sentir la misma soledad que aquella noche.

A partir de ahora se narra desde ella. Se resuelve en un párrafo más. Ella reconstruye la violación que tuvo lugar diez años atrás y las veces que pensó cómo sería el reencuentro con el violador Lo enfrenta. Camilo termina huyendo cobardemente. Andrea recupera algo que le habían quitado.

1 comentario:

E-deario dijo...

Me reservo el seis.

(Ana)